Hoy se celebraba el día de la Cruz de Mayo -nombre popular-, o de la Invención (= descubrimiento) de la Santa Cruz -nombre litúrgico- para recordar el hallazgo de las reliquias de la Cruz de la pasión Cristo en el monte Calvario durante la peregrinación de Santa Elena de Constantinopla (madre del emperador Constantino I) a Jerusalén, en el siglo IV. La Cruz de Mayo es una fiesta diferente de la Exaltación de la Cruz, que es el 14 de septiembre, que celebra la consagración del Santo Sepulcro.
Los antropólogos sitúan el origen de esta celebración en el Árbol de Mayo de romanos y griegos, festividad en la que se adornaba un árbol con flores y cintas a principios de mayo, para celebrar el carácter «verde» de la primavera, el renacer de todo lo vegetal, además de pedir lluvia y buenas cosechas a los dioses.
El día de la Santa Cruz perdió importancia tras la renovación del calendario litúrgico que hizo Juan XXIII, papa entre 1958 y 1963. Tal día como hoy se bendecían en muchos pueblos del Alto Aragón los «términos» o «partidas», también en Chía; los vecinos iban con el cura hasta el cruce de Cuatro Caminos o Cruz de Benasque (donde se cruza el camino de Los Cuadros, el camino a Benasque por Sahún, el camino a la Coma) y también se iban hasta La Garriga; llevaban cruces enramadas adornadas con flores y se procedía a la bendición. Debían echar el día, porque suponía ir de punta a punta del término municipal de Chía, a pie o en burro. Feli de Gregoria ya sólo recuerda que el cura saliera a bendecir los campos desde el pórtico de la iglesia parroquial.
Otros pueblos bendicen los términos municipales el día 29 de abril, San Pedro de Verona, conocido también como San Pedro Mártir. Este día, en Chía se iba en romería hasta la capilla de San Pedro, muy próxima a la de La Encontrada, y se hacía misa en la Virgen. Teníamos que haber publicado la ficha descriptiva, en el capítulo de iglesias y ermitas, pero en abril no podíamos desplazarnos hasta la capilla de San Pedro (encima del túnel) a sacar fotos ni registrar la ubicación GPS. Se queda pendiente para el 29 de abril de 2021.
Nos cuenta Asunción de Vidal que su tío Joaquín -que fue toda su vida vestido de baturro, con calzones- era muy devoto de la Santa Cruz y, mientras pudo, no faltó nunca a esta celebración. Joaquín Artiga Torres (26 junio 1870-3 mayo 1945) de casa Llúsia, se casó con Dolores Moles Fondevila (1876-1938), de casa Vidal. Curiosamente, Joaquín falleció el día de la Santa Cruz que tanto veneraba, pocas semanas antes de cumplir los 75 años.
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