COPLAS Y CHASCARRILLOS DE POR AQUÍ

Chía, calle Coperos

El sentido del humor ha acompañado siempre a los «duros montañeses» que, en noches de nieve y frio como la de hoy, pasaban la velada contando historias, cuentos, coplas, dichos y chascarrillos alrededor del fuego del hogar, aprovechando para «sacar punta» a lo bueno y -sobre todo- a lo malo de los pueblos vecinos. Muchas veces, las coplas tenían que ver con el hambre y los pocos recursos:

«Seira, Abi y Barbaruéns, els tres llugás mes doléns.»  [Seira, Abi y Barbaruens, los tres pueblos peores]

 

«Abi, Barbaruéns y Seira, els tres llugás de la miséria.» [Abi, Barbaruens y Seira, los tres pueblos de la miseria]

 

«Si bas ta Gabás, trobarás una roquéta y t’espaillarás.» [Si vas a Gabás, encontrarás una roca y te estozolarás (espaillá = herirse gravemente o matarse al caer rodando por la montaña, se aplica a los animales)]

 

«Moixón que s’escapa de El Rú y caragol de Sesué, ya sabe lo que yé padesé.» [Pájaro que se escapa de El Rún y caracol de Sesué, ya sabe lo que es sufrir]

 

Decían los de Castejón: «Sólo el sol mos llega bueno de la part de Bidallé. No’n portes llitón ni dóna, que te’y tocará perdé.» [De Vilaller sólo nos llega bueno el sol. No traigas cerdo ni mujer, que te tocará perder]

 

«Sesué, pomas y peras qué». [Sesué, manzanas y peras quiere]

 

«Billanoba, molts pllats, moltes culleras y pocas sopas.» [Villanova, muchos platos, muchas cucharas y pocas sopas]

 

«De Llire ta Arasán, las gallinas se’nie van; si no y arriba Murieta y se les fóte al morral». [De Liri a Arasán, las gallinas se van; si no, llega Murieta y se las mete en el morral]

 

«A  Arasán, minchan ratas dan pan.» [En Arasán comen ratas con pan]

 

«Benasqueso, tripa de queso, real de a cuatro, tripas de diáplle». [Benasqués, tripa de queso, real de a cuatro, tripas de diablo]

 

«Los de Benás  portan la coda arrastro y minchan rebasto». [Los de Benasque arrastran la cola y comen rebasto (el segundo pasto que crece después de haberlo cortado)]

 

Los de Anciles decían: «Un óme chiquét, dan un sombrerét y un tochét a la man, d’Arasán.» [Un hombre pequeñito, con un sombrerito y un palito en la mano, de Arasán]

Desde la pista de Chía a Plan: a la izq. Plan; a la dcha. San Juan; arriba, Gistaín.

Chía queda muy cerca de la Ball de Chistau y, además, muchas casas del llugá tienen antepasados de Plan, San Juan y Gistaín. Así que recordamos también a nuestros vecinos del otro lado de la Sierra que, según las coplas, tampoco iban sobrados de comida:

«Torruecos de San Juan

poco vino y poco pan.

Torruecos de Chistén

mucha mugre en la sartén.»

 

«Si vas ta Plan,

llévate pan

que aigua del río

ya t’en darán.»

 

Federico (Sansa), Juan (Treseta), Toño (Sansón)

Recogemos también esta «conversación» entre un niño y un mayor que nos cuentan los abuelos para explicar cuando alguien «no suelta prenda» si no le interesa:

  • ¿Com te dius moset?
  • Coma padrino
  • Y, ¿com se diu padrino?
  • Coma yo
  • Bale… ¿com t’os dits tú y padrino?
  • Igual
  • ¿Y com te grita tu may cuan anats a minchá?
  • ¡T’aixó no cal gritame brenca!

 

Hogar y cadiera del Museo de Aínsa

Los mayores recuerdan lo mucho que les gustaba aná a billá (ir a pasar la velada). En Chía, los más longevos, recuerdan estas coplas y chascarrillos, y aún se ríen; pero la mayoría de los jóvenes de ahora ya no las han oído. Aquellas reuniones de familia y vecinos, sin televisiones ni ordenadores, eran instrumento fundamental para la transmisión oral del patrimonio intangible entre generaciones y la manera de compartir experiencias de vida, conectando el pasado con el futuro en un ciclo sin fin. Quizás por eso decía Pedro Arnal Cavero1:

“Donde no hay niños

faltarán cariños;

donde no hay viejos

faltarán consejos:

¡Ay de las casas donde no haya niños, donde no haya viejos!”

 

Como se dice en patués: «Y cuento contáu, per la chuminéra en tálto se n’a anáu.» [Y cuento contado, por lo alto de la chimenea se ha ido = Colorín colorado, este cuento se ha acabado].

 

 

1Pedro Arnal Cavero (Belver de Cinca, 12 de marzo de 1884 – Zaragoza, 27 de abril de 1962) fue maestro y escritor aragonés. Nació en el pueblo donde su padre trabajaba de maestro, pero pronto se fueron a vivir a Alquézar. Fue atento testigo de las numerosas leyendas, historias y cuentos que los mayores contaban desde sus cadieras (banco de madera de respaldo alto) alrededor del fuego en las frías noches de invierno.

 

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