EL CUCUT Y LA PRIMABERA (El cuco y la primavera)

Hemos estado “vigilando” desde San José. Hoy es el primer día que ha cantado el cucut o cugulo (el cuco, en patués) en Chía, ¡por fin!

https://soundcloud.com/maria-antonia-nerin/4-abr-1240-cuco (se oye de fondo, muy lejos porque no podemos acercarnos a Santa Ana a grabar; subid al máximo el volúmen y escuchad con auriculares).

Cuculus canorus es el nombre científico de este pájaro de tamaño medio. Este pájaro es uno de los símbolos de la transición del invierno a la primavera, el pregonero del renacer de la vida después del frío invierno. El canto del cucut anuncia la llegada de la primavera en Chía (y en otras muchas localidades, claro). El cuco está incluido en la categoría “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

 

Es una especie migradora; el otoño-invierno lo pasa en África. Los adultos emigran en julio hacia las zonas subtropicales de Africa, después de la puesta de huevos; los pollos migran en agosto -septiembre. Vuelven a las zonas de cría a finales de marzo, principios de abril, en zonas boscosas y de vegetación. En vuelo tiene una silueta similar a la del gavilán, pero no levanta las alas por encima del cuerpo como hacen las rapaces y es más lento y pequeño. Sus patas son amarillas y el plumaje gris y blanco. Come insectos y orugas peludas, como la de la procesionaria del pino.

Basa su estrategia de continuación de la especie en poner los huevos en el nido de otros pájaros, que serán los que incuben los huevos y se encargarán de la cría de los polluelos; para ello, la hembra es capaz de mimetizar el aspecto de los huevos en consonancia con los del nido que va a ocupar. Por ello, también se asocia con el fraude y el engaño. La hembra puede llegar a poner hasta 25 huevos por temporada, pero sólo uno en cada nido ajeno.

Su canto es el característico cu-cu, cu-cu bisilábico y regular para el macho, y el menos conocido kui-kui-kui-kui-kui rápido y bullicioso de la hembra. Su canto enmudece con el calor del verano. En el refranero español el cuco tiene mucha presencia: “Al cuco, San José le da el habla y San Pedro se la quita”, “Cuando canta el cuco, de día mojado y de noche enjuto”, o también, “Entre marzo y abril, sale el cuco de su cubil, con la nieve no quiere venir” por citar sólo algunos. https://www.refranerocastellano.com/animal/cuco.html

 

Aquí en Chía, dice el refrán: “Si el 3 de abril no canta el cuco, esté muerto o esté vivo, hará mal verano”. Hoy es día 4, pensamos que el cuco “no sabrá” que este año es bisiesto y que era ayer cuando “expiraba” el plazo. Dicen también  los cardigasos: «el cugulo canta cuan le pica el sol al cul».

Esta ambivalencia de inverno-primavera, muerte-vida, gozo-engaño, es quizá la razón de que se le atribuya la capacidad de augurio tanto para el matrimonio como para la muerte. RW Thomson explica que en el Alto Aragón se le preguntaba al cuco los años que le quedaban a uno de vida:

Cucu de mayo,

cucu de abril,

¿cuántos años

me das para vivir?

https://www.bing.com/videos/search?q=el+canto+del+cuco&docid=608015223822485824&mid=188CDC15AB8449892475188CDC15AB8449892475&view=detail&FORM=VIRE

 

El canto de los pájaros se reproduce en muchas obras de la música clásica. En concreto el canto del cuco, sin ser exhaustivos, lo identificamos en:

Músicas aparte, que tanto activan nuestro cerebro, no podemos obviar que el cuco ha formado parte de la vida de las mujeres solteras de Chía. En primavera, era costumbre la consulta al cuco: – “¿cuans ans tardaré a casame?” y según las veces que cantara el cuco, esos eran los meses (o años) de espera y si no respondía, se interpretaba que el matrimonio iba a ser ese mismo año. A este respecto, José Manuel Pedrosa muestra estos versos de un poema épico-baládico de Finlandia recogido en el siglo XIX que ilustra esta costumbre muy generalizada en la Europa rural de siglos atrás:

Marjatta, la muchacha altiva,

miraba y escuchaba atenta,

y viendo unos ramos de bayas

en la falda de la colina,

allí sentóse y luego dijo:

“Canta, lindo cuclillo de oro,

suena y resuena, voz de plata,

garganta de armonioso timbre,

fruta exquisita, dime tú

por cuánto tiempo seré moza,

si seguiré siendo pastora

en medio de estos vastos prados,

en estos infinitos pastos,

si así estaré uno, dos veranos,

cinco, seis, hasta diez estíos,

o quizá ni un verano entero”.

Ya nadie le pregunta nada al cucut, pero todos los años vuelve a los bosques que nos rodean para recordarnos con su cu-cu que la primavera ya está aquí.

 

© VILLA DE CHIA.   Puede utilizarse la información contenida en este blog citando la fuente siguiendo el patrón explicado en http://www.citethisforme.com/es/cite/blog 

 

José Manuel Pedrosa, «Los augurios del cuco: versiones hispánicas y paneuropeas», Quaderni di Semantica 22 (2001) pp. 93-104.

http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/los-augurios-del-cuco-paremias-creencias-ritos/html/740a6ce2-0879-40ba-8dce-167130b84f11_5.html

Francisco Vaz da Silva, «Sexual Horns: The Anatomy and Metaphysics of Cuckoldry in European Folklore», Comparative Studies in Society and History 48 (2006) pp. 396-418.

https://www.mundoclasico.com/articulo/18293/Las-aves-y-la-m%C3%BAsica-cl%C3%A1sica

Robert Wallace Thompson, “Ocho apodos en el Alto Aragón”, Revista de Dialectología y Tradiciones Populares VIII (1952) pp. 465-470, p. 467.

 

 

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