«En la Villa de Chía, a 7 de noviembre de mil novecientos veinte se reunieron en la Casa Consistorial, previa convocatoria al efecto por el Señor Alcalde, los señores D. José Sancernín, párroco de esta villa, Don Joaquín Mallo Mora y Don Jorge Mora Mallo, concejales del Ayuntamiento; D. Vidal Villega Bruno, maestro nacional, D. Marcial Río Mallo y D. Joaquín Maulín Mur, padres de familia, Dña. Asunción Lacorte Torres y Justa Mora Delmás, madres de familia, con asistencia del infraescrito Secretario del Ayuntamiento. Por el Sr. Alcalde presidente se hizo saber que como contaba en las oportunas credenciales circuladas y papeletas de citación la reunión tenía por objeto dar posesión a las personas antes nombradas que con el carácter de vocales natos y electivos han de constituir la Junta Local de primera enseñanza de este distrito.
Seguidamente dio orden de que se diera lectura al expediente instruido con motivo de la constitución de dicha Junta como también de los artículos de la Ley de Instrucción pública y R.D. de 5 de mayo de 1913 que tratan de los deberes y atribuciones de la misma, lo cual fue cumplido sin dilación.
Terminada dicha lectura, el propio Sr. Alcalde presidente declaró constituida la Junta, haciéndose constar la falta de vocal Médico por hallarse vacante el empleo de titular del mismo en el Municipio, sin perjuicio de que se cubra lo antes posible.
Una vez declarada constituida la mencionada Junta el Señor presidente puso a la deliberación de la misma acordara el día de cada mes y hora en que habrá de celebrar sus reuniones ordinarias según dispone el art.16 del referido R.D. La Junta por unanimidad acordó tengan lugar dichas reuniones el primer domingo de cada mes y hora de las diez sin perjuicio de variar dicha designación cuando sea conveniente.
Con lo expresado se dio por terminada la reunión de constitución, levantándose de ella la presente acta que suscriben los señores concurrentes que saben, y de todo ello como Secretario certifico.» [Ver al final la filiación de los integrantes de la Junta]
Esta es el acta de la creación de la Junta Local de Primera Enseñanza, justo hace hoy 100 años. No sería esta la primera Junta Local de enseñanza primaria constituida en Chía (porque surgieron con la Ley Moyano), pero sí de la que tenemos constancia escrita -de momento-.
A pesar de que la Ley de Instrucción Pública de 1857 (Ley Moyano) pretendía la escolarización universal de 6 a 9 años y que la enseñanza oficial y pública llegara a todos los pueblos de España, esto no que no se consiguió hasta principios del pasado siglo. Leemos en el Diccionario Geográfico-Estadístico de Madoz (1845-1850) sobre Chía: (…) Tiene 76 casas, inclusa municipal y cárcel; una escuela de instrucción primaria concurrida por 40 alumnos y dotada con 800 rs. En el censo de 1860, el 75% de la población española era analfabeta, este porcentaje se elevaba hasta el 81,34% en el conjunto de la población de la provincia de Huesca, y del 62% cuarenta años después, en 1900.
Es en 1900 cuando se crea el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Los ayuntamientos ingresan al Estado el sueldo del magisterio para que la administración pública pague a los maestros. La ley de Educación de 1909 eleva hasta los 12 años la escolarización obligatoria. Y en 1923, durante la Dictadura de Primo de Rivera, hasta los 14 años.
Dice Enrique Satué1 (…) la institución escolar, desde que apareció de forma tímida en la segunda mitad del siglo XIX hasta la despoblación de mediados del siglo XX, ejerció un papel aculturador, preparatorio para el éxodo y el cambio social que había de llegar, porque para vivir en las aldeas, bastaba la educación no reglada, secular y popular.
El capítulo de la ESCUELA es apasionante y no puede abordarse con una sola «entrada» (post o publicación). Para empezar, localizar el libro de actas de esta Junta Local ha sido un gran descubrimiento, porque recuperamos una parte muy interesante de la historia reciente de Chía. Al final, no se hicieron reuniones mensuales (o no hay constancia en dicho libro); pero en el libro de actas hay un «rastro» de 13 años de reuniones de dicha Junta en un periodo de 46 años, entre noviembre de 1920 y junio de 1966, con dos grandes paréntesis: no hay nada entre 1923 y 1948 (25 años), ni entre 1949 y 1957 (8 años). Trece años no son muchos, pero nos permiten conocer los nombres de algunos de los maestros, alcaldes y párrocos, el problema de la asistencia escolar porque niños y niñas ayudaban con los trabajos agrícola-ganaderos de sus casas, la escuela nocturna de adultos, las visitas de la Inspección de Educación (que supervisaba que tanto el Ayuntamiento como el pueblo «cooperaran debidamente para el sostenimiento de la escuela»), el mal estado de las instalaciones (y la necesidad de construir un nuevo edificio para albergar las aulas y las viviendas de los maestros), los escasos recursos disponibles (los alumnos hicieron funciones teatrales para recaudar fondos), los resultados de algunos alumnos en los exámenes y los premios que se concedieron a los mejores alumnos.
Hubo maestros y maestras que pasaron sin pena ni gloria, pero también los hubo que marcaron y enseñaron de forma «magistral y fascinante». Nos consta, a través de las entrevistas realizadas en este blog, que durante la Guerra Civil no había maestro oficial (ni maestra) y que los niños iban a Qué Sinet, donde María Sobella Castel (Chía, 1882 – El Run, años 60) les daba clase. Ramón Rivera Ballarín (de Sinet) explicaba2 en 2012: «La abuela era maestra porque le pagó la carrera su tío Joaquín [Castel Gabás] que era farmacéutico. La escuela la tenía aquí [en la cocina de Casa Sinet] justo donde estamos nosotros ahora mismo. Luego se puso la cocina, pero antes esto era la escuela». Julia Mur (de Taberna), que fue alumna de María Sobella, recuerda: «María escribía todas las cartas del pueblo porque la gente entonces no sabía leer ni escribir. Ella era muy amiga de mi madre, por eso le llamaba tía. A tía María le daban «ataques»; cuando notaba que llegaban, nos pedía silencio y ella se tumbaba en el suelo. Estábamos todos muy quietos y callados hasta que se recuperaba». María Sobella Castel, heredera de Casa Sinet, se casó con Ramón Rivera Gabás, de Casa Sansón, en 1903.
JOAQUÍN MALLO MORA, puede ser de Presín (1857-1928) o de Llúsia (1860-1941).
JORGE MORA MALLO (1851-1927) de Siresa, venía de Cornel. Casado con Juana Fortuño Ballarín (1859-1921).
MARCIAL RÍO MALLO, de Bringué.
JOAQUÍN MAULÍN MUR, de Martín. Casado con Asunción Lacorte Torres, de casa Ignacio.
ASUNCIÓN LACORTE TORRES (1876-1972), de Ignacio.
JUSTA MORA DELMÁS, de Cornel. Casada con Joaquín Barañac Gabás, de casa Muria.
Muchas de las publicaciones en este blog son posibles gracias a la colaboración de la gente de Chía; pero para la entrada de hoy ha hecho falta la implicación de muchos. Como siempre, GRACIAS por vuestra ayuda.
1”As Crabetas”. Enrique Satué Oliván y Roberto L’Hotellerie López. Ed. Prames. Zaragoza, 2011. p. 239
2Joaquín Castel. La burguesía emprendedora en Extremadura. Pilar Bacas Leal. Tau Editores. Cáceres, 2017. p.47
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