Septiembre es el mes de las moras en Chía. Hay en todos los campos y todos los caminos. Las moras son bayas silvestres de una planta espinosa y sarmentosa del género Rubus.
Este fruto era utilizado por los navegantes Inuit (los habitantes autóctonos de las regiones árticas) para prevenir el escorbuto.
Con las moras pueden hacerse muchas recetas: mermeladas, compotas, yogures, tartas, salsas, vino o licor. Deben recogerse maduras (negro brillante), firmes al tacto y secas. Deben consumirse (o transformarse) antes de tres días. Pueden congelarse. Si se guardan en la nevera, aguantan una semana.
Las moras son ricas en antocianinas (flavonoides) y ácidos fenólicos, que son antioxidantes, vitamina C, E, A, B, minerales (potasio, magnesio, manganeso, zinc, hierro, calcio) y fibra. Un 85% son agua y un 10% azúcares (glucosa y levulosa). Tienen muy pocas calorías, 35-40 Kcal por cada 100 gramos.
Licor de moras
- 500 gr de moras
- 250 gr de azúcar blanco o moreno
- 250 cc de agua
- 500 cc de aguardiente
Opcional:
- 1/2 rama de canela
- cáscara de media naranja
Preparar el almíbar con agua y azúcar (o miel): echamos el azúcar cuando hierva el agua, con la canela y la cáscara de naranja, removiendo unos diez minutos hasta que se hace el almíbar.
Mientras se enfría, lavamos las moras y las colocamos en un frasco de boca ancha, vertemos el aguardiente y el almíbar cuando haya perdido temperatura. Pueden machacarse las moras para que suelten el jugo. Tapamos.
Se deja reposar de diez a quince días en lugar fresco y oscuro. Hay que agitarlo cada día o cada dos días para conseguir un sabor más intenso.
Pasado el tiempo de reposo, se filtra y se coloca en una botella bonita que podamos cerrar y que dejaremos en reposo tres meses. Si el cierre es hermético, el licor puede durar varios años.
Mermelada de moras
Buena para las tostadas del desayuno, salsas para carnes, o para comer con quesos (curado o fresco) o paté.
- 500 gr de moras
- 40-50 ml de zumo de limón (medio limón), naranja, lima o pomelo
- 200 ml de agua
- 200 gr de azúcar blanco o moreno
Opcional:
- Anís, canela, cardamomo
- 1 manzana rallada
El limón y la manzana son las frutas que más pectina tienen, que es lo que reacciona con el azúcar para que la mezcla se quede compacta y espesa una vez se enfría.
Se lavan las moras y se retiran los restos de hojas o ramas. Colocamos las moras en una olla con el agua, el zumo de limón y el azúcar, removemos y dejamos reposar una hora. Esta mezcla también puede prepararse la víspera y dejarse en la nevera.
Ponemos a calentar la mezcla y, cuando empieza a hervir, se deja al mínimo para que se cocine durante 40 minutos, mientras removemos para que no se pegue. La espuma que se forme la retiraremos con una espumadera.
Trituraremos con la batidora eléctrica, a baja velocidad y durante varios minutos.
Si nos molestan las pepitas de las moras, se pasa el puré por un chino, colador o pasapurés.
Colocar en un recipiente de cristal bien limpio y esterilizado antes de que se enfríe.
Puede congelarse o realizar el proceso de conserva al baño maría. O simplemente guardarse en la nevera si va a consumirse en las dos semanas siguientes.
La cantidad de azúcar en las mermeladas depende del grado de maduración de la fruta y de lo dulce que nos gusten los postres. Por otro lado, si van a guardarse mucho tiempo, se aconseja el mismo peso de fruta que de azúcar.
Muchos son los beneficios que se atribuyen a las moras por su contenido en polifenoles, fibra y vitaminas: retardan el envejecimiento de las células, tienen efecto diurético, refuerzan el sistema inmune, facilitan la digestión de las grasas, fortalecen los dientes, previenen la formación de placa dental y el mal aliento, son buenas aliadas para mantener la salud cardiovascular, tienen efecto anti-inflamatorio y se asocian con una mejor salud cerebral y pulmonar.
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