Santa Julita (Julieta o Chulita) y su hijo Quirce (Cirio, Quílez o Quirico) de tres años fueron mártires de la persecución de Roma a los cristianos en una región de Asia Menor que linda con Capadocia y que hoy situamos en Turquía, al sur, a orillas del Mediterráneo.
El culto a esta madre y su hijo (no son «dos mártires niños», como dice Juan José Nieto en la Revista Guayente nº81 de 2008) llegó a Europa con el obispo Amador de Auxerre, quien en el siglo V trajo consigo las reliquias de los santos y las depositó en Marsella, aunque otros muchos lugares de Francia dicen tener reliquias de estos santos (como Arles, Clermont, Nevers y Toulouse). Desde el sur de Francia la devoción se propagó a Italia y España. Muy cerca de Chía, en el valle de Bohí, hay dos ermitas con esta advocación, en Tahull y en Durro declaradas Patrimonio de la Humanidad. En esta última había un frontal que narra el martirio de la santa y su hijo, que se conserva en el Museo de Arte de Cataluña. Es una pintura sobre tabla datada en el año 1100. El centro lo ocupan Julita y su hijo, a ambos lados se reproducen escenas del martirio. La proximidad entre el valle de Bohí y el de Benasque, junto con el hecho de que estas tierras del Alto Ésera y del Noguera Ribagorzana fueran vasallas de los Condes de Toulouse hasta la segunda mitad del siglo IX, son indicios de un origen común a esta advocación. Aún más cerca, en Abella, también encontramos una ermita dedicada a estos santos. Nos planteamos si quizás el origen de estas ermitas pudiera ubicarse entre los siglos VIII (cuando Guillermo I de Tolosa ocupa los territorios de montaña de Pallars y Ribagorza incorporándolos como pagi a sus dominios) y XII (época del retablo de la ermita de Durro).
Son los patrones de la felicidad familiar, la curación de los niños enfermos y de los aserradores. Su muerte está datada el 16 de junio de 304 y se consideran los primeros cristianos mártires. Para saber más sobre el martirio: https://m.facebook.com/notes/festividades-de-la-iglesia-cat%C3%B3lica-apost%C3%B3lica-romana/santos-julita-y-quirico-m%C3%A1rtires-16-de-junio/1557512264544434/
En los Archivos Eclesiásticos del Obispado de Barbastro consta la existencia de esta ermita desde hace siglos, cuenta el párroco de Chía en 1792 al Obispo: «Ay en el término de Chía siete hermitas, la primera la de la Virgen de la Encontrada y esta se mantiene con la limosna de los devotos,… otra de San Pedro mártir y en esa se ha dicho missa y agora por estar indecente ya no se dize… otra de San Marcial… otra de Santa Anna… otra de Santa Quiteria entre los términos de Chía y Villanoba… otra de Santa Julita y Querico… otra de las santas Justa y Rufina, y estas tres últimas tienen las imágenes tan viejas que es indezencia hazerles culto».
Ahora no quedan ni las imágenes. En 1992 decía Enrique Calvera sobre esta ermita: «Sólo quedan escasos restos de un paño de pared que en la actualidad sirve de división y cerramiento de una finca». Está situada en el cruce del camino dels Cuadros (que viene del Santet), con el camino dels Angustos (va hasta la Crus de Benás o Cuatro Camins), el de las Carreras (que sube a Pinedo) y el de las Cuastas. Hay una pila o abrevadero, de Santa Chulita, en la zona de intersección de todos estos caminos. Llegando desde la parte alta del pueblo, por el camino dels Cuadros, queda a la derecha (y hacia atrás) el portiello de una finca en donde se ubicaba antes la ermita. Esta entrada se hizo nueva hará unos 50 años (antes se entraba al campo por arriba). Quedan piedras de lo que fue la ermita en el lateral del acceso y también tenemos una localizada en el portiello de otra finca, unos cinco minutos antes de llegar, a mano izquierda. Es un sillar (piedra labrada por varias de sus caras, generalmente en forma de paralelepípedo) con una cruz grabada, como puede apreciarse en la foto de más abajo.
Puede hacerse un paseo de ida y vuelta por el mismo trayecto o, al llegar al abrevadero, seguir de frente por el camino dels Angustos y salir a la pista en el cruce de la Crus de Benás, para volver a Chía por la pista que conduce a Plan, pero en sentido Chía. El paseo por el camino dels Cuadros y dels Angustos nos permite disfrutar de los muros de piedra seca, patrimonio cultural y arquitectónico omnipresente en nuestro Pirineo. En otras zonas está declarado como BIC (Bien de Interés Cultural) lo que, además de otras ventajas, permite acceder a subvenciones para su conservación. El «Arte de la Construcción en piedra seca, conocimiento y técnicas», fue declarado Bien Catalogado Inmaterial del Patrimonio Cultural Aragonés en 2016 y fue inscrito en la «Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad» en 2018. Descubriremos también arbustos de boj, saucos, fresnos, nogales, multitud de flores, algún olmo, baranas (estructuras de madera que cierran la entrada a un campo) y, con suerte, hasta podremos ver alguna liebre.
FICHA TÉCNICA de Santa Chulita y Quirico
Tipo de ruta: senderista, ciclable
Punto de inicio: plaza de Chía
Distancia: 1 km. 800 metros
Duración (a pie): veinte minutos por trayecto
Altitud : 1.240 metros
Desnivel acumulado: 20 metros
Coordenadas: 42.53065ºNO 45888ºE
Muchas gracias a MASPIRINEO por la información técnica y la foto
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